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Pastoral de la Salud

PASCUA DEL ENFERMO

 

El día 25 de Mayo se celebró la Pascua del Enfermo, fecha en la que la Iglesia quiere mostrar su predilección por los débiles, los enfermos, los que se sienten cansados, solos…

En nuestra parroquia, como en otras muchas, se organiza una Eucaristía especial en la que los enfermos y ancianos son los protagonistas. Asisten personas que son visitadas en sus domicilios y residencias por los miembros de la Pastoral de la Salud y se invita a toda la comunidad parroquial.

Es una celebración especial en la que se derrama cariño, escucha, atención y que para muchos constituye un gran acontecimiento al ser el motivo para salir de su entorno habitual, en muchos casos la única ocasión en el año para abandonar por unas horas la residencia. En sus caras se puede ver la sorpresa, la alegría y la ilusión como si de niños se tratara. Todos nos dejamos contagiar por su entusiasmo y sus experiencias nos hacen valorar algo que nos parece tan natural como es la salud y la juventud.

Dentro de la celebración eucarística, aquellos que lo desean reciben el sacramento de la Unción de Enfermos. Este año, nuestro párroco lo ha administrado a 95 personas. Éste es un momento de especial recogimiento en el que con la imposición de las manos se pide la venida del Espíritu Santo, la fuerza para vivir la enfermedad, el ánimo ante situaciones de desaliento, el consuelo ante el dolor. Con la crismación se marca la presencia del Espíritu Santo en sus vidas.

Este sacramento no siempre ha sido entendido en toda su plenitud, ya que se ha asociado con la muerte; sin embargo, gracias a estas celebraciones ha recuperado su auténtico sentido que es recibir el Espíritu de Dios y a través de Él la fuerza para seguir luchando por la vida.

Damos gracias a Dios por haber compartido estos momentos de acogida y alegría con los enfermos y mayores de nuestra comunidad.

 

CLAUSURA DEL CURSO

 

Como el resto de los grupos de la parroquia, se ha clausurado el curso de formación de la Pastoral de la Salud; aunque se continúan con las visitas.

Llega el momento de la revisión y que mejor manera de hacerla que poniéndonos en presencia del Señor. Por ello, hicimos una oración ante el Sagrario en la que cada uno manifestó su acción de gracias, su petición o simplemente compartió su experiencia. Todos coincidimos en que ha sido un curso en el que hemos compartido conocimientos y experiencias. Hemos trabajado temas generales que nos han ayudado a conocer mejor al enfermo y así poder ayudarle y hemos profundizado en la fe con el análisis profundo de la parábola del Buen Samaritano, propuesto por la diócesis a través de un material que nos ha servido de base.

Y como punto final, personal de la asociación AFADAX dieron una interesante charla en los salones parroquiales en la que nos explicaron las especiales características de los enfermos con los que ellos trabajan. El objetivo de la charla, además de conocer la realidad de un colectivo amplio de personas que padecen estas enfermedades, es iniciar un camino de

colaboración en el que desde el grupo de visitadores pueda atender a la demanda de algunas familias que han planteado a la asociación la necesidad de contar con una persona que atienda a su familiar durante unas horas semanales o que simplemente les den compañía y escucha.

Éste será nuestro nuevo proyecto para el curso próximo.

Damos gracias a Dios por despertar en cada uno de nosotros la vocación del servicio a los demás y en especial a los que tanto lo necesitan como son los ancianos y enfermos.

               La pastoral de la salud intenta dar respuesta a una de las misiones, que como Iglesia, debemos trabajar: que es la visita y acompañamiento  a los enfermos. También los ancianos son atendidos desde este grupo de agentes de pastoral, porque la debilidad propia de la vejez se puede considerar como un tipo de enfermedad y porque en esta etapa de la vida es en la que , por desgracia, se dan más momentos o situaciones de soledad. Tenemos muy claro que lo que nos mueve es la fe, es Cristo quien nos envía y  son Él visitamos.

 

          Nos sentimos instrumentos de Dios, pues sólo en Él somos capaces de acompañar y transmitir ilusión por la vida; por ello, siempre partimos desde la oración ante el Sagrario, y con la fuerza recibida nos dirigimos hacia las casas de nuestros queridos enfermos y mayores. A veces, nuestra acción se limita a escuchar, ¡tienen tanta necesidad de ser escuchados!, leemos la Palabra de Dios, comentamos noticias, etc…

 

              Solemos ir en parejas y  tenemos asignados una serie de visitas de tal manera, que llegamos a entablar una agradable familiaridad con ellos. Y puede que se pregunten, cómo se seleccionan; pues es muy fácil, a veces nos llega el comentario por parte de un vecino, de un conocido o simplemente nos acercamos a las puertas, nos presentamos y ofrecemos nuestro acompañamiento.

 

           Quincenalmente participamos en sesiones de formación, en las que intentamos comprender mejor al enfermo para poder ayudarles. Compartimos experiencias, reflexionamos sobre nuestra fe con textos de los Evangelios, oramos…

 

              Es grupo con una larga trayectoria en esta pastoral, al que se han incorporado nuevos miembros con ganas de aprender y vivir la fe con los hermanos necesitados. La única condición que se pide es disponer de un poco de tiempo para dedicar a los demás.  Realmente estamos convencidos de que en nuestras visitas recibimos mucho más de lo que damos, porque con sus palabras, con sus vivencias aprendemos a valorar lo que tenemos; eso que por ser normal pasa tantas veces desapercibido: La Salud y las fuerzas para poder hacer lo que queremos.

 

                 Os animamos a participar de esta experiencia y a que os pongáis en contacto con la parroquia si conocéis alguna persona que se encuentre en esta situación.

 

 

El grupo de agentes de la Pastoral de la Salud

 

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